Haciendo travesuras

Me había cansado de jugar con los ángeles, necesitaba algo de acción. Acudí a su propio territorio, sabía cómo provocarles. Me acerqué hasta esa maravillosa fuente de la que tanto presumen los mortales y en cuanto me apoyé sus aguas tornaron a rojo. Qué contratiempo...los humanos apenas me prestaban atención, pues iban y venían en sus quehaceres, salvo alguna mujer que me miraba de reojo mal disimulado. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer, y no quería ángeles menores, le quería a él. Esperé hasta el anochecer, cuando ya apenas había gente por la calle. La situación se tornó perfecta en cuanto aparecieron una madre y su hijo caminando deprisa. Sonreí para mis adentros, eso sin duda era algo digno para un árcangel por lo menos. Ambos quedaron inconscientes con una sola mirada por mi parte.
-Vamos, te estoy esperando...-llamé sin preocupación.

-Me has hecho esperar, creía que eras más rápido.-comenté con sarcasmo.
No me mostré tal y como era, no me iba a hacer falta, simplemente en un parpadeo me puse frente a él.
-Me tome como un reto lo de la otra vez, así que decidí aceptarlo-.
Los alrededores de la fuente prendieron en llamas al momento, dejando un espacio limitado. Una de las farolas que alumbraban sobre la fuente estalló en mil pedazos.
-Se me ha ido la mano...-dije con ironía. Me lancé sobre él y solté un ataque rápido.

-Vaya, era más divertido de la otra forma-dije ciertamente contrariado.-¿Mi poder? Solo estoy jugando contigo Vehuiah.
Extendí los brazos e hice brotar una corriente de aire caliente junto a un chorro de fuego.

Me quedé inmóvil y cerré los ojos concentrando una bola de energía de fuego en mis manos. Abrí los ojos de golpe y la solté a una velocidad increíble hacia él.

Apreté los dientes y extendí mis enormes alas negras creando un campo de fuego a mi alrededor parando algunas de las bolas. Tuve que agacharme para poder concentrar algo más de poder y repeler las otras. Me incorporé de nuevo y miré a Vehuiah.
-Dejémoslo en empate-plegué las alas y tomé de nuevo forma completamente humana.

-Por ahora dejémoslo así, no tengo tiempo para pelear ahora-contesté dándome media vuelta para alejarme de allí.-Hasta la vista Vehuiah.